viernes, 25 de septiembre de 2009

días.

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Un día de estos voy a salir a tomarle fotos a las cometas y a los carros. A los indigentes y a mujeres de ojos bonitos. A los menores de edad que se emborrachan, vomitan y ríen por las calles. A los elefantes desnutridos del zoológico. Voy a besar a quien me filtreé en la estación del metro, en la disco o en las escaleras. O al extranjero que siempre va a ese parque. Voy a saltar a los rieles del tren, para ver cómo es allá abajo.
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El escenario: un día nublado.
Los días nublados son suspiros. Son nubes rosadas, hechas de algodón de azúcar. Muy, muy rosados. Tanto, que empalagan. Entonces es mejor cerrar los ojos y dejarse ir allá, a ese pedazo del cuadro en el que la nube toca las montañas. Solo ahí en la mitad de las nubes, tal vez, se pueda disfrutar su olor a dulce rosado, su sabor a algodón de azúcar. Desde acá lo único es imaginar… a qué sabrá. De solo pensar eso lo que queda ahora, lo único posible, es tomar las alas y echar a volar.
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Acabo de echarme la cobija encima. Todo se ve bonito aquí, debajo de esta sabana anaranjada.
Los parlantes no dejan de zumbar porque como son de los baratos, cuando no suena la música, el audio de las películas o las alarmas de messenger, suena este ruidito idiota que no me deja dormir. No me voy a parar para apagarlos, me va a quitar tiempo valioso de siesta.
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Qué tontería, me paro los apago y duermo, sino no voy a dormir nada. Lo peor es que suenan carros, pajaritos y esa cosa que siempre está sonando en el edificio, que es otro tipo de zumbido y lo curioso es que esos sonidos me dejan dormir, menos el estúpido ruido de los parlantes. Listo me paro y voy. Ya está.
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Ah, qué dicha! Siesta tardeal, lluvia en el techo del parqueadero, friesito ensoñador. Me desconecto en cinco, cuatro, tres… qué delicia esa lluvia, como suena de bonito. Y este friesito y la cobijita. Ah, qué perfección. Voy a poner el despertador.
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Que le pasa a esta gata endemoniada, que no deja de maullar?


Pasa todo el tiempo.

Un niño llora y la mamá no lo escucha porque está borracha viendo la telenovela. Hace un mes se emborracha viendo novelas. En un canal que es solo de telenovelas.

Se volvió adicta al vino, pero no puede tomarlo en reuniones con sus amigos, no. Tiene que tomarlo frente al tv, viendo como hermosas y pobres mujeres obtienen su vida feliz, siendo sirvientas y encontrando a un hombre rico que las ama y las convierte en princesas.

Pasa todo el tiempo, los niños se mueren de hambre, porque sus padres están borrachos frente al televisor. Pasa todo el tiempo, mujeres hermosas son sirvientas y encuentran su vida feliz.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Radio Cosas. Segunda Edición.


Mujeres: ¡al quirófano ya!, que sí hay maneras de triunfar en este bello mundo.

Oh, mujer de desproporcionadas virtudes, no te preocupes más!, cerca tuyo, en esta bella ciudad que progresa entre montañas y desperdicios bioquímicos, siembre habrá un centro estético que suplirá toda necesidad física que la genética no pudo instaurar.

En vez de gastar horas interminables frente a productos televisivos que prometen un cuerpo torneado, aceitado y deseable; decídete de una vez por el bisturí, que preciso y poco discreto, traerá a tu vida el éxito que ni pregrado, sortilegio, baño de la suerte, tío en la Alpujarra, plata bajo cuerda o gallina de huevos de oro, puedan brindarle a corto plazo y acompañado de pocas molestias postoperatorias, constante sangrado, terrible hinchazón y otra pequeña gran cantidad de minucias carentes de importancia.

Este es el momento de invertir en tu cuerpo. No te detengas a pensar en el momento angustioso que ha de venir, producto del pago por cuotas de los 36 millones de pesos que valen todos los ajustes corporales que requieres y que -sin duda- te harán fumar y comer sin fundamentación alguna; pues no serán problema: el cáncer o un tiro de gracia en la mitad de los sesos a causa de la obesidad, harán de fiador y vas a librarte del pago en su totalidad, así como de intereses, aranceles y vergüenzas.
Ánimo, siempre hay una salida!

domingo, 6 de septiembre de 2009

The Blowers Daughter.

La primera vez que escuché esta canción estaba en una finca de mis tíos en El Carmen de Apicalá, Tolima. Veraneadero caercano a Bogotá.
Los primos estaban en la piscina y mi prima cercana y yo estábamos bajo un techito, al lado de la piscina. Luego, una prima lejana sacó su estuche de cd's. Yo empecé a ojearlo junto con mi prima cercana, a ver qué había de interesante.
Encontramos el cd de Damien Rice y la prima lejana dijo algo como: 'Ese es muy bueno!' o 'Ese me encanta!'. Yo no tenía idea de quién era Damien rice, entonces las dos primas (la lejana y la cercana) se dieron a la tarea de referenciarme al artista.
Me dijeron que había una canción de él que era parte de la banda sonora de la película Closer -que estaba muy de moda por esos días- pero que yo vería 5 años después encontrándola absolutamente desgarradora y mal afamada, ya que todo el mundo alababa su historia, sus actores, la sensualidad de sus personajes, el manejo del tiempo o la fabulosa dirección de arte y yo lo único que amaba completamente de esa película, había sido ésta chimba de canción:

jueves, 27 de agosto de 2009

La historia de María Lina y María Luisa y como no siempre que uno va caminando, pasa algo.

Yo camino por la calle como el resto del mundo y creo que por ponerlo escrito entonces ya es un hecho que a alguien le pueda importar. Pero en realidad a nadie le importa, porque al fin y al cabo todos han caminado por la calle alguna vez, entonces el hecho de caminar por sí solo, no tiene nada de emocionante.

Ayer o en estos días -no sé bien cuándo- abrí un blog que se llamaba algo así como escritura automática, en el que el objetivo es escribir algo, con sentido, pero de manera automática, tal y como su nombre lo indica. Entonces, decidí empezar por lo más obvio, lo primero que se me viene a la cabeza cuando voy a escribir: una situación en la que alguien va caminando y de repente algo le pasa (se encuentra algo, se cae a un hoyo, se queda calvo, empieza a ver en blanco y negro. Lo que sea) y su vida cambia por completo. Ojo, todo esto solo le puede pasar mientras camina.

Resulta que he caminado tanto y nunca me ha pasado nada, que he decidido cambiar la situación y agregar más detalles o más personajes para que finalmente algo pase, porque ya es suficientemente absurdo que en los relatos siempre pase algo cuando las personas caminan y en la vida real, el hecho de caminar, no sea más que la reiteración de la pobreza y el deseo de una vida mejor, en la que uno se tele transporte o al menos, tenga una bicicleta (ya que analizando la situación planetaria, un carro o una moto más, desequilibraría las cargas y añadiría un poco más de contaminación y entonces todos moriríamos ahogados en la basura; y ésta como última consecuencia, definitivamente permitiría –por fin- que nada pasara, ni siquiera que caminemos, porque ya nadie caminaría: no habría suelo caminable, ni sujeto caminador).

La situación entonces ya es suficientemente preocupante porque uno tiene que empezar a pensar: qué es lo más emocionante que puede pasar, en vista de que nada pasa mientras uno camina. Lo que sigue a continuación es imaginarse n-mil acciones (cualquiera, la que sea. Esto funciona como una fórmula, así que haga el ensayo amigo lector con una acción cualquiera, como MULTIPLICAR) y adornarlas con el oh hermoso deseo de que cualquier pequeño detalle escrito, descrito, fotografiado, narrado, construido, ido, ido… etc, sea algo que le dé un giro inesperado a la vida de todos y que por fin empiece a pasar algo interesante, y de repente llega la idea de golpe: pam!. No tiene que ser algo mágico y empalagoso como los escriticos religiosos y cristianos en los que la vida le cambia a una persona solo por tocar fondo y demostrar que su vida es una miseria.

Finalmente y luego de divagar con muchas palabras, redundar, dar vuelta a la derecha y a la izquierda, queda algo significativamente repugnante como:

María Lina multiplicaba los domingos por la tarde y dividía los lunes por la mañana. María Luisa, no sabía multiplicar. Una vez se juntaron las dos un martes en la tarde. Cuadraron una cita el domingo por la tarde: María Lina le iba a enseñar a María Luisa a multiplicar. Cuando se encontraron, lo que hicieron fue chismosear toda la tarde. La una se enteró de los detalles innombrables que la otra hacía sola por las noches. La otra, se preguntaba por qué la una no era capaz de multiplicar si era tan fácil. Las dos perdieron el examen de factorización 5 años después.

jueves, 20 de agosto de 2009

A ti, Querido quiero-ser Artista

Hola, soy muy teso.
No me baño porque soy artista.
No me baño porque como filosofo sobre la vida y la existencia, pienso que la apariencia es pura basura; además que los jabones, shampoos, y demás productos contaminan enormemente el planeta.

Hola, soy artista y soy muy teso. Estudio artes, sí, porque soy artista. Perdón que lo repita, pero quiero que quede claro. En serio, de verdad, soy artista, no pongás esa cara*.
La semana pasada estuve en una cruzada artística –muy urbana- que recorrió toda la ciudad. Vomitamos las calles. No dejamos un centímetro sin vomitar.
Íbamos muy ebrios, oliendo gasolina, dando muchas vueltas porque estamos locos. Queríamos mostrar la locura desalmada del mundo, queríamos mostrar como todo lo que piensan aquellos que no son artistas, está viciado por la pestilencia de esta puta ciudad.
Sí, me gusta Fito Paéz y me empeño en hablar como él. Sí, cojo con hombres y mujeres, sin condón porque soy libre.Sí, soy artista y vomito las calles.


Nota del Editor**:
*Now go fuck yourself you so called artist i-don't-speak-english cause its media bullshit.
Foto tomada de uglypeople.com. Modificada por mi mano izquierda.



**Sí juventudes, tengo editor.

domingo, 16 de agosto de 2009

las carreteras.

**Escuchar: Sleepwalk de Santo & Johnny. Ubicarse: mentalmente -y en lo posible, espacialmente- en 1959 **

Cambia la vida de la gente cuando dos gentes van a 40kmph en un carro convertible, manejando hacia el horizonte.
Cambia, porque como manejan con parsimonia, se olvidan de lo que hay atrás y a veces poco les importa lo que vendrá delante. Es como si solo importara el pedacito de suelo sobre el que pasan a cada momento que, como es tan corto, casi carece de su misma esencia y entonces no importa más.
Lo que pasa entonces es que solo manejan y abren la boca para que se les seque la lengua y eventualmente paran a besarse y a hacer cochinadas a un lado de la carretera, bajo el sol calientito de 5:45 de la tarde, que aparte de tener la temperatura ideal, colorea el mundo de una manera que lo hacer parecer perfecto a los ojos de estas dos gentes que realmente creen en esa perfección al estar solo el uno con el otro, ese sol y cualquier canción de autopista.