jueves, 1 de octubre de 2009

de la buena Suerte

Me levanto a propósito con el pie izquierdo para tener mala suerte y entonces me va muy bien.

Volteo a la izquiera por la tercera cuadra, subo las escaleras y toco el timbre. Qué maravilloso lugar: hay un gato negro, una escalera contra la pared y frascos de perfume dispuestos para ser quebrados, porque ahora resulta que traen mala suerte también.

Entonces entro, me siento en la silla más vieja. Me devuelvo a la entrada, solo para pasar otra vez bajo la escalera y que llegue a mí la mala suerte de una buena vez (...) Nada.

En la silla otra vez, Bola Negra se sienta en mis piernas. Le sobo las orejas y empieza a ronronear. Se voltea y me deja sobarle la panza. Ronronea más. Y pienso yo: pseudo felino del demonio, regálame algo de mala suerte (...) Nada.

Desesperada, i r a c u n d a, colérica, voy a la repisa empolvada donde hay 12 frascos de perfume y uno a uno los tiro por la ventana. La gente con buena suerte los esquiva, los otros con mala suerte los reciben en la cabeza y qué gran envidia siento de estos últimos.
Hay 11 frascos de perfume, todos quebrados. La tarde huele hediondo. Este olor me marea. Lanzo la última botella y -maldición- no se quiebra. Qué buena suerte la mía.

4 comentarios:

  1. GENIAL AMORA!
    Parce yo solía ser tan demalas y ya no :)
    Debe ser que mi bruja personal se cansó de joderme la vida :)

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  2. Jaja, está muy bueno.
    Saludos.

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  3. lindo! yo tenia un gato negro igual, se llamaba ebano y siempre queira que me regalaze mala suerte, termino muriendose, ironicamente digo que la suerte ni es buena ni es mala, es como una chica que cuando la agarras de malas te cachetea, y cuando no hasta un beso te regala.
    saludos

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  4. Rak: y adivina qué? -te parafraseo- si tú estás feliz, también yo :)
    C: Gracias por leer y comentar!
    *****: Pobre ébano. Y sí, la suerte varía. tiene que ver con el clima, también.

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