lunes, 26 de abril de 2010

Bicho. 1:42 am.


Bicho:
Después de mucho luchar moriste patas arriba.

Y yo que te escuchaba desde acá no fui capaz de levantarme y matarte , por dos razones lógicas que se complementan. Es sencillo: Por estar haciendo la tarea de la lista de Schindler, estoy ocupada y no puedo perder tiempo valioso levantándome a matarte. Y por otro lado, al estar haciendo la tarea de la lista de Schindler, me deprimo por la muerte y no quiero matarte. No puedo, Bicho.

Pero Bicho, siento que agonizaste tanto tiempo boca arriba y te dolió, me siento responsable.

Y te confieso que en otra vida, de tener la oportunidad de matarte, no dudaría, Bicho: te mataría.

Descansa en paz y por favor aléjate de mis sueños.


domingo, 25 de abril de 2010

Radio Cosas. Séptima Edición: Aquí cabemos todos.


Yo veo un mapa y creo entender un poco cómo funciona el mundo y la distribución de terreno, riquezas, playas, plata, gente, bla. Interesantes tópicos de los que hablaré otro día. O tal vez no.

Me quedo con los mapas y lo aleatorios que son. Me impresiona que delinear la tierra haya costado tanto dolor en las personas que lucharon por defender el ideal de otros más avispados que supieron mover peones para lograr su cometido: derrotar a muerte al enemigo y hacerle saber quién es el más fuerte y como recompensa debe recibir un premio de 80mil hectáreas de tierra presta para ser explotada. Le pegaron al gordo y corrieron la cerca lo que se les dio la gana. Luego alguien gritó: ¡Fuera Españoles! Listo: de aquí para allá Colombia, hasta por allá Venezuela, en esta esquinita Ecuador, por allí derecho Chile, Argentina abajo, Brasil a la delantera y aquí en la mitad Bolivia y Paraguay. Listo, hagan el mapa. Llevémonos bien, pero si se les ocurre correr la cerca, sangre correrá también.

Organizan ejércitos y se ladran duro. Por ahí de vez en cuando los presidentes se insultan y los lugareños reniegan de lo que no saben a cerca de las diversas situaciones políticas de los países aledaños. La gente entonces empieza a crecer con el orgullo de ser colombiano, venezolano, argentino, lo que sea. Y es una situación que me gusta analizar también porque definitivamente considero como azar el lugar en el que cada persona nació, precisamente porque las líneas divisorias de los países fueron hechas por otras personas que querían repartirse terrenos, explotarlos y llenarse los bolsillos.

No reniego de mi país, pero sentirme orgullosa de ser colombiana y desdeñar a los bolivianos, peruanos, venezolanos por sus dirigentes me parece absurdo. Y por eso callo cuando las discusiones de cafetería desbordan en una palabrería que menosprecia al prójimo latino por haber nacido en otras coordenadas. Gente tonta, villana y deslumbrante hay en t o d o el mundo. Ya.

Tampoco reniego Latinoamérica, nos ha tocado duro pero la gente igual vive y sí, el que no vive, muere. Simple. Como en todo lado. No reniego de Estados Unidos y su hambre de poder, porque me gusta el pop. No reniego de Europa y sus intelectuales arrogantes porque han sentado las bases del conocimiento por siglos. No reniego de oriente y la brutalidad de algunos de sus asesinatos, porque valoro su espiritualidad.

Ahora viene el gran pero. Y es que nadie está conforme. Pero esta inconformidad con la geografía social radica en el hecho de que las personas no se sienten muy felices desde el interior y entonces se inventan guerras, pleitos y demás achaques que terminan en problemas realmente graves.

Y aquí se enlaza lo que a primera vista parece que fuera un problema geopolítico, con el mágico mundo de la realización audiovisual y todo se debe gracias a que la vida latinoamericana es una telenovela. Nos gusta el drama, repartir herencias, recoger gamines y vestirlos bonito. Nos gusta la gente pobre que a punto de morir de hambre se gana la lotería. Nos gustan las parejas en las que el hombre traiciona a la mujer con su mejor amiga de la infancia y las deja preñadas a las dos al mismo tiempo. Hablo por mí y todo aquel que disfruta con Jorge Barón, Laura en América, Lady Noriega y Luz Clarita y siente cierto tipo de placer. Latino y culposo. Porque disfrutamos con lo que la gran mayoría agacha la cabeza pero que nos sirve para ver cómo es que fluye la vuelta a lo largo y ancho de este lado de América, tan alegre y jovial.

Esto no es más que mi pretensión de manifestar la alegría corporal que me genera la cumbia, la vista al mar, la mentalidad abierta del latino que se quiere expandir y que es consciente de que para el progreso, es más que necesario derribar barreras y sumarnos a una misma voz latina, rica -inmensa y cochinamente, rica- en recursos, pero pobre en iniciativas.

Bienvenidos gringos que gozan con la pobreza del tercer mundo. Bienvenidos latinos que quieren ser gringos. Bienvenidos latinos que aguantan hambre, agachan la cabeza y quieren ser europeos: aquí cabemos todos.

domingo, 14 de marzo de 2010

Dreaming Primavera.

Grabación del Videoclip: Dreaming Primavera de
Puro Feeling Groove Station

Realización:
Eric Ramírez, Julián Loaiza, Juliana Ruiz (yo!)
Medellín, Febrero de 2010.
:D

martes, 2 de marzo de 2010

Radio Cosas. Sexta Edición: Todos envejeceremos, no sin antes ser jóvenes en un río.

Veo señoras que conozco ataviadas bailando, sacan la colita, se muerden la boca pintada de rosado o anaranjado y con las manos sostienen una cerveza, o una mazorca y con la otra mano señalan lo que para ellas merece tremendo énfasis en cualquier canción de balneario.

En la piscina están los 3 hijos de cualquiera de estas señoras, acompañado de sus 7 primos, y los 13 amiguitos que conocieron más temprano ese mismo día. Los 23 niñitos ya se hicieron pipí en el río y aunque todos lo saben se esmeran en negarlo, habrase visto mayor desfachatez.

En el río, pero en la parte más retiradita, está esta hermosa adolescente a quien le gusta la salsa, lleva 2 meses con su novio, planea graduarse en octubre y casarse con él en diciembre. Ella sueña con poder llevar a sus hijos y sus nietos a este mismo balneario y se ve así misma relatándoles la historia de cómo su padre/ abuelo la sedujo una vez en ese mismo lugar 15 años atrás.

Ella, convertida en una abuelita, gozará con la visita de cada domingo de sus 7 hijas y sus 11 nietos correteando por toda la casa, cocinará para todos y nunca, nunca se quejará delante de nadie que no ostente el título de marido, es decir, el joven que en este momento le besa la oreja y le dice cochinadas, pero –eso sí- bien pasitico para que el papá que está detrasito de ellos vigilando lo que hacen no se entere, no se enfade y lo siga queriendo siempre para hablar de fútbol y de política así terminen peliando siempre.

Una de estas señoras descarga el esqueleto de la mazorca en una mesa blanca marca rimax, se dirige hacia el asador improvisado en dos ladsrillos y unas cuantas varillas y voltea los trozos de carne de cerdo que ya casi van a estar. Con esa vocecita de mamá que está pasando bueno, que está un poco muy ebria y que está tan feliz, tan gratificada con toda su familia por celebrarle el cumpleaños en el lugar en el que aprendió a nadar, llama a sus hijitos a que vengan y coman de esta carne tan deliciosa que trajo el tío Eduardo. Llama a Luis Iván, a Jorge Edgar, a Miguel Alejandro, a Victoria Isabel y a Juliana Andrea y a cada uno les sirve una generosa porción de papa salada, carne asada, mazorca asada con mantequilla y sal, yuca frita, pedacitos de chorizo y patacones finamente salados. Una porcioncita de ensalada, porque es que a los niños casi no les gustan las matas y del cooler agarra otra cerveza para que no se le baje el ánimo.

Don Carlos, sobándose la panza la besa por detrás de la oreja y picaronamente le dice, espere y verá mija, que vea lo que le compré. Ella sonríe, se voltea y en ese momento suena una canción de Pastor López que los dos se saben de a pedacitos, que bailan completa y disfrutan como nunca.
Los niños, terminando la ración que parecía interminable de tanta fritanga, se disponen a lanzarse uno a uno al agua y en medio de la bulla general de todos los tíos, claramente se oye la voz de la tía Fanny, que puede que no sea la más bonita pero sin duda es la más agraciada, alcahueta y coqueta: No se pueden meter ya niños, se tuercen. Vengan bailen un ratico, reposen! dicha esta línea y con la mano derecha después, se lleva a la boca pintadita toda de rojo un cigarrillo marca President que sopla muy sensual al ritmo de cualquier otra canción de Lisandro Mesa .
Los niñitos, todos frustrados deciden jugar a la lleva. Y empieza el correteo, por aquí por allá hasta que Sara Isabel se cae, se raspa toda y empieza a llorar. Para cuando esto pasa ya han reposado bastante y vuelven al agua. La misma Sara Isabel, vuelve al agua y todos gozan.

Atardece, regresan todos a Girardot. A casa de la abuelita que en noviembre de este año (2010) cumple 94 años, con quien hace casi 12 años estuve en ese último paseo en el que yo casi me ahogo en el río Coello, cuando hubo que recoger ollas y toallas mientras el tío Miro prendía el bus en el que íbamos todos porque así de sopetón el río Coello se creció. Sí ese mismo río en el que mi mamá aprendiera a nadar, en el que mi abuela se bañara gloriosa todos los días a la edad de 11 años. Sí, ese mismo río en el que mi bisabuela Teresa conociera a mi abuelo José Antonio. A ese río me gustaría volver, cuando escucho las músicas felices de otros tiempos.


domingo, 21 de febrero de 2010

Sí, son nuevos.

Bueno, esta es la cuestión:

Tengo a mi prima, Verónica quien no se relaciona muy bien con la tecnología y aún así ha abierto su blog primogénito alentada por los miles de sueños que tiene y no quiere olvidar.

Tengo a Luzma, mi buena amiga, quien a partir de cierto número de casualidades, está deseosa de abrir su blog de modo que pueda empezar a escribir cosas a ver qué .

Tengo a Nani, mi alma protectora, que siempre se ha sentido tentado a crear su propio blog. Blogs de trasnocho.

A Mis chicas queridas, adoradas, bien-amadas amigas y hermanas, les doy la bienvenida. A mi buen amigo querido y adorado Daniel, también.

Y lo invito a usted, apreciado lector a que visite Son Las Ocho Aqui , Doce cero cero y Cara B.

:) :) :)

jueves, 4 de febrero de 2010

.las chicas solo quieren divertirse.

a mi prima y a mí nos gusta bailar.



Bogotá.
Enero de 2010.

sábado, 23 de enero de 2010

.Radiocosas Quinta Edición: Los muertos de aquí.


La gente viva no se muere igual en todas partes. La gente viva de aquí es violenta desde chiquita, por eso desde que son niños se empiezan a morir. Y mueren con horror en la cara, se mueren bien muertos, los muertos de aquí.
En las noticias informan de la muerte de un niño de 10 años, que encontraron en el lago Gatún a unos 40 minutos de la ciudad de Colón. Lo encontraron bien muerto, bien ahogado y sin güevas. A los tres días cogen a dos muchachitos de 12 años, que ya no van a la escuela, que cargan navaja y fierro y que mataron al de 10. En las noticias se cuidaron de no decir por qué, incluso después de haber mostrado el cadáver putrefacto del muchachito de 10 años al que después de torturarlo, estos dos diablitos de 12, lo tiraron al agua. La cara del infante difunto no la mostraron. Lo que es la prensa.
Melanie, de 11 años me pregunta si yo sé pelear y como yo no sé pelear le digo que no. Abre los ojos, los abre mucho y me pregunta que cómo así, que entonces yo qué voy a hacer si algún día alguien viene y me pega. Para ella es normal: 1. Que alguien venga y le pegue, 2. Que ella sepa pelear para poder defenderse. Momentos después me veo a mí hablándole a Melanie del diálogo, de la paz, de la gente que sale adelante sin pelear y mientras voy hablándole a esta pelaíta de 11 años, hay otros 3 infantes debatiéndose a muerte en el lago Gatún. Melanie, aquí tiene que saber defenderse. Qué bueno que supo cómo zafarse del hermano de su mejor amiga cuando intentó robarle 3 dólares que tenía, qué bueno que supo cómo huir del muchachito de 14 años que la pretende y se la quiere comer sin más ni más a como dé lugar. Qué bueno que Melanie sabe peliá, yo no duraría un minuto en Colón. Desisto de mi catequesis. El mundo es una mierda donde sea y a Melanie le toca saber peliar, pero qué bueno sería que leyera también.
Como en Colón a parte de los colonenses viven árabes, hindús, chinos, italianos y colombianos y como todos trafican algo, se mueren también en Colón. Y cuando aparece un muerto es fácil identificar la nacionalidad del autor solo con observar brevemente la escena del crimen.
Por ejemplo, si es un joven panameño de 23 años que trabaja en la aduana y muere decapitado en su carro a tres cuadras de su casa, la gente sabe que algún enredo tenía con los chinos y ellos lo mataron porque la semana pasada cogieron un cargamento gigante de heroína que provenía del lejano oriente y que llevaba como destino cualquier costa gringa. La teoría se confirma en el momento en el que después de 2 meses de investigación, la cabeza no aparece. Y la cabeza jamás va a aparecer, fueron los chinos los que lo mataron y ellos son así.
En cambio, si aparecen tres puticas muertas en una acera con señales de haber sido violentadas, violadas, golpeadas y/o torturadas y conservan intactos los 2000 dólares en efectivo que carga cada una y sus finas joyas, la gente sabe que los que las mataron fueron los italianos, esa gente tiene mucha plata y no buscaban a las puticas para robarlas. La gente también reconoce a los italianos por guardar las armas que trafican en los burdeles de la ciudad. Entonces, Tres putas + mil armas encaletadas en el burdel en el que trabajan + carteles que anuncian dos mil dólares de recompensa por información valiosa + tres capos italianos encanados y prestos para ser extraditados... No tiene pierde, los italianos que se salvaron de la cana no son bobos, las muchachas sí y por eso las mataron, por sapas.
Si después aparece muerto a bala un italiano que oscile entre los 18 y 30 años, sin plata, sin ropa y sin joyas. Limpio y empelota. Uno sabe que lo mataron los colombianos, de seguro alguna de las puticas muertas era familiar, o conocida, o amante, novia o simplemente una honrada compatriota. Y los colombianos todos se vuelven hermanos en el exterior. Mafioso filial, defiende a la familia y se echa de enemigo a tres generaciones de italianos. Y éste como es más vivo, aunque está picho de plata, igual le roba todo al italiano, no faltaba más. Papaya ponida, el orden normal.

Aquí los edificios están separados por el alley o callejón. Los edificios se diseñaron así para que tuvieran más de una puerta de ingreso, pero entre edificio y edificio nadie podría transitar, por la cantidad de basura que hay. Y bota de todo, esta gente. Como algunos edificios tienen solo un baño por piso y en cada piso fácilmente pueden haber 15 familias viviendo en 15 habitaciones de 3mt x 3mt, y nadie está exento de una emergencia sanitaria cualquiera a las 3 ó 5 de la mañana, cagan en bolsitas plásticas y cuidadosamente le hacen un nudito a la bolsita y como si la ventana fuera un shut de basura, la tiran al alley. Con tan mala suerte que al caer, el nudito no impide en absoluto, que la bolsa se rompa.
Pero no es solo mierda lo que tiran por el shut. Una vez en un periodo de 3 meses encontraron 7 fetos metidos en bolsas de basura. Iniciaron investigaciones y encontraron a una señora, fumadora compulsiva, vulgar compulsiva, gorda compulsiva, sumamente repulsiva, que hacía las veces de partera prematura y atendía su negocio de abortos en un Multi cerca al Mc Donalls de calle 12.
Por la noche los gatos salen a recorrer los techos, dan una vuelta, juegan, procrean, gritan y maúllan. Suenan como bebés. Como el alarido de un bebé. Entonces, no sería raro, que a uno lo cogiera desprevenido el alma en pena de un bebé en cualquier alley o callejón. Porque aquí no solo esa vez de los 7 fetos, sino muchas otras veces encontraron varios fetos por ahí tirados.

En estos casos a la gente no le queda duda, ese muerto era colonense, lo que no van a saber es si iba a ser músico famoso, campeón mundial de lucha o atletismo o boxeo, pandillero reconocido o medio mando, policía o tirano vividor.

Y de la asesina, lo que se sabe con certeza es que era una mujer desesperada y poco importa si era hindú, árabe, china, italiana o colombiana u oriunda de Colón.




Enero de 2010.

Colón, República de Panamá.